Reunidas en la quietud del atardecer,
en círculos de mujeres, uniendo en fortalezas,
nuestras voces, ecos de antiguas historias,
nuestros corazones, tambores de resistencia.
Bajo la luz suave de la luna,
compartimos secretos y cicatrices,
en la intimidad de este espacio sagrado,
encontramos sanación y trascendencia.
Mujeres, universos de sabiduría,
portadoras de sueños y esperanzas,
Círculos sin juicios ni temores,
solo la pureza de la verdad compartida.
Nuestros deseos se elevan como oraciones,
rituales de conexión y empoderamiento,
celebramos la luna, la tierra, la vida,
y en cada abrazo, reafirmamos nuestro vínculo.
Aquí, el tiempo se detiene,
las heridas se vuelven historias de superación,
los miedos se disipan en la comprensión,
y la soledad encuentra compañía en la hermandad.
Círculos de mujeres, fortalezas de esperanza,
donde el dolor se transforma en poesía,
donde la risa es un canto de liberación,
y la presencia, un bálsamo para el alma.
Somos guardianas de un legado eterno,
herederas de la magia y la sabiduría,
en cada círculo que formamos,
revivimos el poder ancestral de ser mujeres.
-Silvana Valenti
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