Tempestad Interior - Captura

Tempestad Interior

Comienza con un murmullo, un eco lejano que se amplifica, voces que se multiplican, mi mente, un tablero de ajedrez, donde las piezas se mueven solas.

Estos versos iniciales describen el inicio de una crisis de esquizofrenia, donde los síntomas comienzan de manera sutil y luego se intensifican. El "murmullo" y el "eco lejano" representan las primeras señales de alucinaciones auditivas, que son comunes en personas con esquizofrenia. La comparación con un "tablero de ajedrez" donde las piezas se mueven solas sugiere una pérdida de control sobre los propios pensamientos y percepciones.

Los colores se vuelven más vivos, las sombras más profundas, un vértigo de imágenes, realidad y fantasía chocan, perdiendo el equilibrio.

Aquí, el poema refleja la distorsión sensorial y la confusión perceptual que pueden acompañar a una crisis psicótica. La intensificación de los colores y sombras simboliza la hipersensibilidad sensorial, mientras que el "vértigo de imágenes" sugiere una sobrecarga visual y cognitiva. La "realidad y fantasía" que chocan representan la dificultad para distinguir entre lo real y lo imaginado.

El suelo se desmorona, mis pies ya no tocan tierra, floto en un mar de incertidumbre, las olas son pensamientos oscuros, las corrientes, miedos insondables.

La sensación de desmoronamiento del suelo simboliza la pérdida de la estabilidad mental. La imagen de "flotar en un mar de incertidumbre" evoca la sensación de desorientación y falta de control. Las "olas" y "corrientes" representan pensamientos intrusivos y temores profundos, comunes durante episodios psicóticos.

Gritos silenciosos llenan mi cabeza, rostros que se disuelven en la nada, cada palabra, un puñal, cada susurro, un vendaval, mi corazón corre, pero no encuentra salida.

Estos versos destacan la intensidad de las alucinaciones auditivas y visuales, y la angustia emocional que conllevan. Los "gritos silenciosos" y "rostros que se disuelven" sugieren la fragmentación de la percepción y el aislamiento. Las "palabras" como "puñal" y los "susurros" como "vendaval" indican cómo los estímulos externos pueden sentirse extremadamente amenazantes y abrumadores.

La presión aumenta, mi pecho se convierte en una jaula, el aire es un lujo escaso, mi mente se fragmenta, cada pieza, un reflejo distorsionado.

La "presión" y la "jaula" en el pecho son metáforas de la ansiedad y el pánico que acompañan a la crisis. La "fragmentación" de la mente y los "reflejos distorsionados" simbolizan la desintegración del pensamiento coherente y la percepción de la realidad.

Entonces, un respiro, un rayo de sol en la tormenta, inhalo profundamente, busco la serenidad en mi centro, un faro en la tempestad.

Este pasaje marca el comienzo del retorno a la calma. El "rayo de sol" y el "faro" representan la esperanza y el anhelo de estabilidad. La respiración profunda es una técnica de regulación emocional que ayuda a calmar el sistema nervioso y recuperar el control.

Las voces empiezan a callar, las sombras se desvanecen, los colores regresan a su lugar, el caos cede paso a la claridad, mi mente se calma.

Aquí se describe el proceso de disminución de los síntomas psicóticos. Las "voces" y "sombras" que se desvanecen indican una reducción de las alucinaciones. Los "colores" que regresan a su lugar sugieren una normalización de la percepción sensorial, y el "caos" que cede a la "claridad" representa la restauración de un estado mental más ordenado y coherente.

Poco a poco, vuelvo a mí, las piezas del tablero se alinean, la tierra firme bajo mis pies, los ecos se disipan, el silencio regresa.

El proceso de recuperación continúa, con la "alineación" de las piezas del tablero simbolizando la reestructuración del pensamiento. La "tierra firme bajo mis pies" sugiere el restablecimiento de la estabilidad y seguridad. Los "ecos" que se disipan y el "silencio" que regresa representan la paz mental y la ausencia de estímulos perturbadores.

Respiro con alivio, mi mundo encuentra su orden, la paz vuelve a su trono, soy yo, intacto, después de la tempestad interior.

Finalmente, el poema culmina con la recuperación completa y la restauración de la paz mental. El "alivio" y el "orden" indican una resolución exitosa de la crisis. La afirmación de "soy yo, intacto" refleja la resiliencia y la capacidad de regresar a un estado de bienestar después de la tormenta mental.

Tempestad Interior es un poema que captura de manera intensa y vívida la experiencia de una crisis de esquizofrenia, desde el inicio de los síntomas hasta el retorno a la calma mental. Desde una perspectiva psicológica, refleja los desafíos y las técnicas de afrontamiento necesarias para navegar por estos episodios, destacando la resiliencia y la capacidad de recuperación de la persona afectada.